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Yorkshire Terrier

Esta raza de canes proviene de cruces entre diversos tipos de terrier que, a mediados del siglo XIX, llevaron consigo obreros procedentes de Escocia que llegaron a Yorkshire, condado del norte de Inglaterra, en busca de trabajo. Empleados en minas de carbón, molinos y fábricas de algodón y lana, utilizaban a sus perros para cazar los roedores que infestaban esos lugares.

Era una raza fácil de cuidar y educar, con características físicas muy hermosas y en absoluto agresivo con las personas, pero sí con los animales, su principal tarea. Era perfecto para cualquier tipo de familia ya que por entonces era una de las razas más “económicas” que existían.

El Yorkshire terrier es un perro pequeño o miniatura. Fijamos una media de 3,1 kg de peso de forma general al llegar a la edad adulta. Por otro lado, destacamos que existen también Yorkshire de hasta 7 kg. El tamaño que alcance dependerá directamente de sus progenitores. Las características físicas del Yorkshire terrier vienen determinadas por el estándar de la raza.

 

 

El Yorkshire terrier destaca por ser un perro alerta, inteligente y muy vivo. Es una raza excelente para convivir con todo tipo de familias ya que se adapta maravillosamente a cualquier entorno. Una de las actitudes que puede molestarte y debes tener en cuenta antes de adoptar a uno es que puede adoptar el hábito de ladrar mucho ya que es un perro vigilante.

Los temblores que acompañan el pequeño cuerpo del Yorkshire son habituales, ya sea por culpa del frío o de situaciones estresantes. Será importante prevenir el frío utilizando ropa para perros pequeños y protegiéndole de la lluvia.

El adiestramiento del Yorkshire terrier partirá de su socialización, que viene a ser la presentación del entorno a nuestro perro. Es muy importante que aprenda a conocer otras personas, perros, vehículos y objetos de todo tipo para que no llegue a desarrollar miedos, fobias o agresividad en su etapa adulta.

Un perro Yorkshire puede acompañarnos por mucho tiempo, viviendo entre 15 y 18 años si se le precisan buenos cuidados y se mantiene alejado de algunas enfermedades típicas de la raza. A continuación, te explicamos las más habituales para que puedas detectarlas a tiempo: la luxación de rótula, problemas de columna o la hidrocefalia congénita.