Características de la iguana
Animal de sangre fría, tranquilo y buena mascota. Es de color verde brillante con algunas bandas transversales oscuras en la cola. Tiene patas muy cortas y cinco dedos en cada pie, acabados en garras muy afiladas. Su cola es larga y delgada y está bordeada por una hilera de afiladas escamas dorsales. Posee escamas gruesas que cubren su piel y proveen un caparazón contra el agua. Quizá el aspecto físico más notable sea la piel suelta que le cuelga del cuello.
Las iguanas tienden a Calentar su cuerpo y así obtener la temperatura óptima que le permite mejorar la digestión del alimento que consume y para evitar infecciones. Por la radiación solar que contiene luz ultravioleta, reacciona químicamente con la piel de la iguana y produce vitamina D3. Esta vitamina en cantidades apropiadas ayuda a la iguana a mantener sus huesos sanos y al mejor funcionamiento de sus riñones, hígado y órganos reproductores.
Su tamaño la hace diferente a cualquier especie. Un macho puede llegar a medir más de dos metros de cabeza a cola. La mitad de su largo ocasionalmente está compuesta por esta última, cuya afilada punta le sirve como mecanismo de defensa en contra de los predadores.
El tamaño de una iguana está en relación con las condiciones del medio ambiente: entre más húmedo sea éste, más grande será la iguana. Y para los machos su dimensión hace la diferencia, pues los mayores son los dominantes.
Las iguanas hembras cavan sus nidos y depositan sus huevos, además buscan debajo de árboles y junto a playas y ríos para encontrar el espacio idóneo para anidar, el túnel es a veces de un metro de largo en la tierra suave.
La mayoría de las hembras depositan alrededor de 30 huevos dentro del nido, aunque algunas de gran tamaño pueden llegar a depositar hasta 60. Sólo 25% del total de los huevos dará nuevas crías, y sólo unas pocas llegarán a adultos.